Huichol Literature

"The Earth is sick and dying. The lands of the Huichol Indians,
hidden high in the remote Sierra Madre mountains of northwestern Mexico,
are dying. The forests are shrinking, water is becoming scarce,
and the animals are disappearing.

Mankind must be a steward of the Earth;
Caretakers for all that dwells upon it;
To be of one heart with all things.

Human beings must learn to share the tears of every living thing,
To feel in his heart the pain of the wounded animal, each crushed blade of grass;

Mother Earth is our flesh; the rocks, our bones;
The rivers are the blood of our veins."

The Huichol Wise man, the Grand Shaman, knows why.

Huichols: A Culture in Transition

So Sings The Blue Deer! By
                Charmayne McGee

So Sings The Blue Deer!

Mexico Connect - The Huicholes

Rock Art Murals in Texas (4000 yrs. old)

"When the world ends, it will be like when the names of things are changed during the peyote hunt.
All will be different, the opposite of what it is now. Now there are two eyes in the heavens, Dios Sol and Dios Fuego. Then, the moon will open his eye and become brighter. The sun will become dimmer. There will be no more differences. No more men and women. No child and no adult. All will change places..."

Huichol Proverb

"The teachings are for all, not just for Indians. ...The white people never wanted to learn before. They thought we were savages. Now they have a different understanding, and they do want to learn. We are all children of God. The tradition is open to anyone who wants to learn. But who really wants to learná"

Don Jose Matsuwa, Huichol, 1989

"Open your heart. Speak to the spirit of the Hicouri. Tell it the truth of what it is that you seek. It sees into you and is a great teacher. If you open to it with humility, if your prayers are good, it will help you find your life. It is good medicine. You are under the protection of the mar'akame.
Eat well, mi amigo, it is for your life, for your family, for your people."

Presciliano, a young Huichol man who, along with
his wife and four children, on a 1983 pilgrimage journey to Wiricuta.

A ese tendrán que pedir,
mis dioses, mis ancestros
es que, es que ahí decía
es que, es que ahí decía
así es que ya así
ahí es que ya así
diciendo así a ellos se dirigió
a sus ancestros se dirigió
diciendo así se dirigió a ellos.

Así es que ya así,
que para ellos nada era difícil,
ahí a un niÒo tuvieron que pedir.

Ahí es que ya así,
ahí es que ya así,
yo que si pude saber
ahí estaba allá abajo ya así,
el que sus flechas juntó de nuevo
sus flechas juntó para jugarlo.

Así es que jugaba,
cómo pues jugaba:

a ver, voy a intentar
a ver si doy al blanco
así dijo el niño.

Así es que ya así,

"Mis dioses, mis ancestros donde están,
no piensen mal,"

Diciendo así por su derecha saltó,
por su izquierda saltó,
hacia Palitekia saltó,

Así es que ya así
mis dioses mis ancestros
sus plumas le habían puesto,
a su centro tiró el salto.

Así es que ya así,
humo salió
así es que los mató,
mis dioses mis ancestros.

Así lo dijo:

"Ahí deben estar informados
cuando se cumpla mi día,
nom·s por ahí se fue."

"No es que vaya yo a perderme,
mis ancestros, así juntos estemos."

Apenas dijo eso y por ahí se fue.

Ahí ahí les hizo el mal,
dolor de pecho les pegó
a mis dioses, a mis ancestros.

The Huichol shamans say we are perdido, lost. They say we are bringing doom and destruction to Yurianaka, Mother Earth, and that Taupa, Father Sun, is coming closer to the earth to purify it. They are concerned for the future and for the life of their children. They are holding great ceremonies calling in shamans from many areas to try and "hold up the sun." But they know they cannot do it themselves, for they are not the ones soiling the collective nest. We are. We are the ones who have to wake up, who have to find our lives.

For the Huichols, this is the purpose of their sacred pilgrimage to the holy land of Wiricuta--to find their lives. This is what all their ceremonies involving the ritual use of the peyote help them to accomplish. Their technology of the sacred enables them to change channels and access "state specific information" available only on the wavelengths of specific channels. For shamanic peoples such as the Huichols, the purpose in changing channels is not for escapism, to get lost in imaginary hallucinations that have no basis in reality. Their purpose is to get a more accurate reading of the nature of reality. They seek entrance through the nierica into the numinous universe underlying the limited, material world of the sensory--the "mysterious, ubiquitous, concentrated form of non-material energy . . . loose about the world and contained in a more or less condensed degree by all objects" (Bob Calahan in his introduction to Jaimie de Angulo's Coyote Man and Old Doctor Loon).

Why?

To obtain information, healing, and power, which they can use here on this plane of existence to better their lives and the lives of their people.

Entering into the depths of the mystery is not something to take lightly, for the mystery is all about power and power can manifest itself in many ways. Out of respect, the Wisdom Elders observe, listen, and commune with this power in all its manifestations. From this base of phenomenological data of mind in nature, nature in mind, they came to learn the order and structure of life's connectedness and that all things are dependent upon each other and thus related. Recognizing this, the norm of reciprocity in all interactions is raised to the status of sacred. Balanced reciprocity with all of creation is observed at all costs, for without this practice, the fragile web of life is irreversibly damaged, a fate that faces us today.

The eminent theologian Thomas Berry addresses this fate:

"The earth asks us to accept greater responsibility. We must exchange mindlessness for mindfulness."

It's an initiation process, says Berry. Humanity is "moving from a state of childhood into its adult stage of life and human community must now assume adult responsibilities."

Respect, humility, clarity of intention, right relationship with the appropriate psychospiritual technology, and sustained, focused mindfulness are all key components of successful channel-changing to access state specific information. The shaman is the state shifter, the channel-changer par excellence, for the shaman is the master technician of ecstasy.

Origines de los Huicholes

El origen de los huicholes es incierto. Algunas especulaciones se han hecho al respecto tomando como base datos lingüísticos, mitológicos, etnográficos y arqueológicos de la zona.

Es probable que los huicholes desciendan de distintos grupos que se fueron asentando en la sierra a través del tiempo. Según ciertas hipótesis, algunos de ellos fueron posiblemente tribus pertenecientes a la familia yuto-azteca, establecidas al oriente de la Sierra Madre Occidental. El empuje del imperio tolteca los habría obligado a huir a la sierra. Allí se encontraron con otros grupos previamente establecidos. Algunos rasgos culturales, entre ellos el tipo de templos y la relación religiosa con el alucinógeno kieri, provendrían de estos últimos.

Otras investigaciones plantean la posibilidad de que existieran cuatro áreas aborígenes sujetas a distintas influencias: los huicholes tecuales, orientados hacia la costa y con fuertes rasgos mesoamericanos, los del sur de la zona del río Chapalagana, influenciados por las culturas de Huajimic-La Yesca e Ixtlán del Río, los del norte del Chapalanga, influenciados por los grupos chalchihuites de Zacatecas y los huicholes del este y el centro del Chapalagana influenciados por el valle de Bolaños. Según esta hipótesis los antepasados de los huicholes estaban asentados en la sierra desde mucho tiempo antes de la conquista, y posiblemente los grupos que los conformaban eran distintos culturalmente.

Parece ser que los ancestros de los huicholes mantuvieron una vida independiente, aunque sea parcialmente, de los grandes imperios mesoamericanos. Algunos mitos hablan de como los antepasados de los huicholes eran atacados en sus peregrinaciones a San Luis Potosí por águilas y jaguares, los cuales exigían de estos la entrega de peyote. El castigo para los opresores llego al fin y el lugar donde se encontraban asentados fue quemado. Las águilas y los jaguares del mito pueden ser sociedades guerreras (caballeros águilas y jaguares). Esta hipótesis se ve reforzada por el largo rodeo que dan los huicholes para no pasar junto a las ruinas de La Quemada, una fortificación que probablemente perteneció a algún imperio occidental o al tolteca .

5 Otros mitos indican asimismo que los huicholes lograron mantenerse independientes, aunque no por eso dejaron de ser afectados por las luchas con los invasores. El contacto con grupos nahuas ha quedado plasmado en la lengua. Es difícil saber, sin embargo, que prestamos tienen un origen prehispanico y cuales se deben al asentamiento de indígenas del centro del país en etapas posteriores a la conquista. Lo mismo sucede con la influencia nahuatl en los mitos y el ritual.

Algunos autores relacionaban a los huicholes con los guachichiles, entre otras razones por el parecido entre ambas denominaciones. Aunque esto no parece ser probable, puede ser que los huicholes tengan entre sus ascendentes a algunas tribus teochichimecas que vivían al oriente de la sierra. Los teochichimecas eran indios del norte considerados inferiores a los chichimecas por los aztecas. Un fragmento del Códice Florentino de Fray Bernardino de Sahagun describe a un grupo de estos llevando a cabo un ritual bastante semejante al que los huicholes realizan actualmente con el peyote. El conocimiento increíblemente detallado que tienen los huicholes acerca del trayecto hasta la tierra del peyote en el estado de San Luis Potosí, así como de la flora que crece en esos lugares, son también elementos que indican alguna relación con los desiertos del centro del país. Mientras para algunos investigadores este conocimiento marca una posible descendencia de los pueblos del desierto; para otros, se trata de una herencia del comercio con productos de la costa y el peyote que realizaban los ancestros de los huicholes en tiempos precolombinos.

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Compiled by: Glenn Welker





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